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1 de julio: “Por ver a la Madre Amada no siento la caminada”

Allá, en el antiguo Meridiano Cero, en la más pequeña de nuestro Archipiélago, se celebra cada cuatro años una de las fiestas tradicionales más emocionantes y arraigadas, siendo, indudablemente el día de la Bajada de La Virgen de Los Reyes el más especial, importante, colorido y multitudinario.

La Bajada de La Virgen de Los Reyes es un acto de carácter cívico-religioso que se celebra en la isla de El Hierro cada cuatro años coincidiendo con el primer sábado del mes de julio. La Imagen de la Virgen de Los Reyes, Patrona de los herreños, es trasladada en peregrinación desde su Santuario situado en la desértica zona de La Dehesa hasta la capital de la Isla, La Villa de Santa María de Valverde. Como en cada edición, durante este periodo se celebran distintas actividades de carácter religioso, cultural y de ocio, en los diferentes pueblos de la Isla.

El origen de esta gran tradición se remonta a mediados del siglo XVIII, en el año 1740, cuando una gran sequía azotó con dureza a todo el territorio insular, originando grandes pérdidas de cosechas y mermando la población animal debido a la hambruna y sed. Fue en 1741, cuando los pastores decidieron llevar la Imagen de la Madre Amada hasta la Villa de Valverde para ofrecerle una novena. Una vez allí y al poco tiempo se obró el milagro y comenzó a llover. Por ello, y como agradecimiento, el 29 de enero de ese mismo año se firmó el voto que confirmaría el traslado en peregrinación de la Imagen desde su Santuario en La Dehesa hasta la Iglesia Matriz de La Concepción en Valverde. Así, la primera Bajada se celebró en el año 1745.

El recorrido es de unos 29 kilómetros en los que cada paso es pura emoción, fe, sentimiento e ilusión. Ese camino que guía a los peregrinos es conocido como el Camino de La Virgen, iniciándose el recorrido desde el amanecer en la Ermita de la Virgen de Los Reyes y finalizando, llegada la noche, en la Iglesia de La Concepción, en Valverde. Son casi doce horas en las que nuestro cuerpo y especialmente nuestras piernas son un constante movimiento pero nuestra cabeza nos dice que “por ver a la Madre Amada no siento la caminada”.  Se realizan varias paradas a lo largo de los indescriptibles paisajes por los que pasa el corso de la Virgen, siendo acompañada en todo momento por los incesables toques de chácaras, pitos y tambores de los bailarines y tocadores, así como de los peregrinos que adoran y veneran a la Patrona de El Hierro.

El paso de los kilómetros hará que pasemos de la zona Suroeste de la isla de El Hierro hasta el Noreste, caminando en su mayor parte por la dorsal que delimita la vertiente Norte y Sur de la isla.

–           Santuario Nuestra Señora de Los Reyes – Raya de Binto

Comenzamos el camino sin que el sol haya hecho acto de presencia. Tras la Venia a la Patrona del grupo de bailarines y tocadores de Sabinosa, pueblo más occidental de El Hierro, iremos en silencio hacia la Piedra de El Regidor, lugar en el que se produce uno de los momentos más emotivos y bonitos del día, el levantamiento del corso de La Virgen.

Lo que espera es un camino pastoril que transita por las impresionantes laderas del Cres hasta el mirador de La Gorona, donde la Imagen descansará durante unos pocos minutos. Continuaremos con el ascenso hasta la Cruz de Los Humilladeros y será allí el momento en el que el corso de la Patrona descansará y los peregrinos aprovecharán para tomar el desayuno.

Volvemos a ponernos en marcha y nos dirigiremos hacia la Raya de Binto, caminando por los Llanos de Binto, pudiendo disfrutar de las maravillosas e irrepetibles vistas del Sur de la isla. Una vez en la Raya de Binto, se producirá el primer intercambio entre los bailarines y tocadores de Sabinosa y los de El Pinar. Se trata de otro instante emocionante que se repetirá durante las 6 rayas restantes: El Cepón, La Llanía, La Mareta, Cruz del Niño, Cuatro Esquinas y Tejegüete.

–           Raya de Binto – Cruz de Los Reyes – Raya de El Cepón

Nuestro ascenso continúa hasta la cota más alta de la isla, Malpaso, con 1.501 metros. Una vez allí, descendemos por sus volcánicas laderas hasta llegar a la Cruz de Los Reyes, punto neurálgico de encuentro para las miles de personas que cada cuatro años se dan cita y cumplen con el voto. Es aquí donde se desarrolla la tradicional tendida de manteles, representando la unión y el reencuentro entre los herreños y los visitantes. Son momentos en los que la familia, amigos y vecinos festejan juntos este día. Pero antes, las lágrimas habrán brotado de nuestros ojos, pues se realiza la gran Venia general a La Virgen por parte de los diferentes grupos de bailarines y tocadores de los pueblos y sus patronos. Una vez terminada, algunos devotos dedican sus preciosas loas a la Patrona. Colorido, polvo, pitos, chácaras, tambores, emoción y sentimientos se dan cita en esos instantes.

Permaneceremos unas dos horas aproximadamente en La Cruz de Los Reyes. El sonido de un pito anuncia que pronto retomaremos el camino junto con los bailarines y tocadores de El Pinar, dirigiéndonos hacia la Raya de El Cepón, donde entregarán el corso de la Imagen al pueblo de El Golfo.

–           Raya de El Cepón – Raya de La Llanía

Nos esperan unos tres kilómetros de paisajes volcánicos y de gran belleza entre los que destaca el Pico Tenerife, segundo punto más alto de la isla con 1.416 metros y una ladera muy pronunciada y estrecha que obliga a los peregrinos a caminar en fila por terrenos de jable. Además, nos toparemos con el mirador de Dos Hermanas, desde el que podremos admirar el gran Valle de El Golfo. Llegaremos a la Raya de la Llanía donde disfrutaremos de una nueva entrega, en esta ocasión, de los bailarines y tocadores de El Golfo a los de El Pinar.

–           Raya de La Llanía – Raya La Mareta

En este tramo, pasaremos cerca del Bailadero de Las Brujas, lugar en el que se encuentra la Hoya de Fireba, impresionante y fotogénica. Llegaremos a la Raya de La Mareta, en la que miles de personas esperan para disfrutar de una nueva entrega entre los bailarines y tocadores de El Pinar e Isora. Probablemente, el grupo de El Pinar nos deleite con su inconfundible tajaraste.

–           Raya La Mareta- Raya de Cruz de El Niño

Este tramo se caracteriza porque nos adentraremos en la impresionante meseta de Nisdafe, con su paisaje típico de medianías, caracterizado por un campo ganadero con sus tradicionales muros de piedra suelta. En La Raya de la Cruz del Niño se producirá otro intercambio, los bailarines y tocadores de Isora harán entrega de la Imagen al pueblo de San Andrés. Esta raya nos recuerda la tradición de colocar cruces de madera en memoria de los fallecidos. Cabe destacar que es un tramo de terreno muy polvoriento.

–           Raya de Cruz de El Niño – Raya de Cuatro Esquinas

Es un tramo del camino fácil de recorrer ante la ausencia de desniveles. El grupo de bailarines y tocadores de San Andrés trasladarán el corso de la Patrona junto a los miles de peregrinos hasta la Raya de Cuatro Esquinas, donde observaremos otro cambio, esta vez se entrega al pueblo de El Norte, grupo de bailarines y tocadores que representan a El Mocanal, Erese y Guarazoca. Antes de que se realice la entrega, se lleva a cabo un descanso para merendar y reponer fuerzas.

–           Raya de Cuatro Esquinas – Raya de Tejegüete

También se trata de un tramo muy cómodo de realizar. Trasladaremos a la Imagen, junto con los bailarines y tocadores de El Norte, por los alrededores del paisaje protegido de Ventejís, en el que destaca la presencia del Garoé o Árbol Santo. Una vez lleguemos a la Raya de Tejegüete, el pueblo de El Norte entregará el corso de la Virgen de Los Reyes a los bailarines y tocadores de La Villa de Valverde, quienes se encargarán de llevar la Imagen hasta su destino final, la Iglesia Matriz de La Concepción.

–           Raya de Tejegüete – Iglesia Matriz de La Concepción

Recorreremos los paisajes de Tejegüete y el bosque de Monteverde que rodea al entrañable y pequeño pueblo de Tiñor hasta llegar a su plaza, donde descansaremos. Como curiosidad, Tiñor es el único núcleo poblacional por el que pasa el Camino de La Virgen. Una vez hayamos repuesto fuerzas para la parte final del camino, seguiremos hasta el cementerio de Valverde por las laderas de la montaña de Ajares, en un descenso caracterizado por su dificultad. Allí, las autoridades entregarán el bastón de mando a la Patrona.

Ya bien entrada la noche y tras un largo camino y con cansancio acumulado, llegamos a la Iglesia de La Concepción, lugar en el que el pueblo de Valverde traslada el corso con la Imagen al interior del templo junto a los patronos de los pueblos del municipio. Este es uno de los momentos más álgidos y emotivos del día. Escuchar el retumbar de los tambores, el chasquido de las chácaras y el sonido de los pitos dentro de la Iglesia significará haber cumplido con el Voto, reservando las pocas fuerzas que nos queden para gritar ¡QUÉ VIVA LA VIRGEN VIVA!

Después de 276 años de historia, volveremos a cumplir con la memoria de nuestros antepasados. En esta ocasión será la LXIX edición de la Bajada de la Virgen de Los Reyes de El Hierro. El 1 de julio será un día grande, un día siempre presente en la mente de las gentes de una Isla que marca esta fecha en su calendario vital.

Fotografías cedidas por Gonzalo Díaz Fleitas.

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Blog El Hierro

Si vas a El Hierro, no puedes dejar de visitar estas 10 maravillas, entre otras.

El Hierro, la más pequeña y joven de las Canarias; un paraíso por descubrir, un lugar para perderse y, al mismo tiempo, encontrarse.

Viajar a la isla del Meridiano, es sinónimo de aventura, de magia, de poder disfrutar de las posibilidades que brinda el que fue punto más occidental del mundo conocido en la antigüedad.

Por este motivo y por muchos más, queremos recomendarte diez lugares fascinantes que respiran belleza por sí solos, haciendo que tu viaje a El Hierro sea lo más completo y mágico que puedas imaginar y que te resulte difícil de olvidar.

  1. Los extensos Lajiales.

Cerca del pueblo costero de la Restinga puedes encontrar uno de los lugares más llamativos y vistosos de la isla que recuerda al turista que en el Meridiano vivimos rodeados de volcanes. La solidez del paisaje volcánico del malpaís es el reflejo de la belleza de los Lajiales del Meridiano, con formas caprichosas y extraordinarias, como si de un paisaje espacial se tratase, permite que el observador disfrute de tan espectacular rincón.

La vía que transita por el extremo sur del Meridiano hace posible que puedas sentir la sensación de volar, de gozar de la emocionante caída del terreno hacia el Mar de Las Calmas. En una de estas faldas de El Hierro, los bimbaches, antiguos pobladores, dejaron múltiples grabados rupestres distribuidos por las coladas volcánicas de las laderas de El Julan, siendo una de las zonas arqueológicas más amplias y de más valor de toda Canarias.

  1. El Sabinar.

Un lugar en el que los vientos alisios y las sabinas se encuentran desde hace décadas, haciendo de este rincón uno de los más particulares de la isla. El ansia constante con la que soplan los vientos alisios ha dibujado una de las siluetas más reconocidas por los que visitan la isla, con formas difíciles de creer que han adoptado estos preciosos y milenarios árboles. Es una lucha constante, pero preciosa, entre alisios y sabinas de hasta ocho metros de altura, de la que el viento sale victorioso. Sin duda, el momento perfecto para quedarse pasmado ante el espectáculo que ofrece la madre naturaleza.

  1. Ermita de la Virgen de Los Reyes.

En la Dehesa se encuentra uno de los lugares más simbólicos para los herreños y para los turistas que la visitan, la Ermita de la Virgen de Los Reyes. Su construcción data del año 1577, se trata del lugar de reunión, por excelencia, de todos los peregrinos que van a visitar a la patrona de la isla, la Virgen de Los Reyes, figura importante en tiempos pasados y por la que cada cuatro años se celebra la fiesta más importante, emocionante y maravillosa de la isla, la Bajada de La Virgen de Los Reyes.

  1. Mirador de La Peña.

Son numerosos los miradores que posee la isla, pero el Mirador de La Peña es único, distinto, especial. Desde él puedes disfrutar de unas vistas que te dejarán alucinando. Es una joya de la arquitectura nacida gracias al canario César Manrique. Sus extraordinarios balcones harán que te sientas privilegiado por disfrutar de las vistas de todo el Valle de El Golfo, teniendo la sensación de flotar sobre el tan famoso “mar de nubes” que se forma bajo tus pies. Está construido de piedra volcánica y se sitúa a unos 700 metros sobre el nivel del mar, al borde de un imponente acantilado. Sin duda, otro lugar al que llevar la cámara de fotos colgada al cuello para retratar las impresionantes panorámicas que ofrece.

  1. Punta Grande.

Las Puntas es un pueblo que está situado en el extremo nordeste del Valle de El Golfo. En él se encuentra el Hotel Punta Grande, el más pequeño del mundo con sólo cuatro habitaciones. Es maravilloso que en la isla más pequeña de Canarias se encuentre el hotel más diminuto, otro aspecto alucinante que hace única a la isla del Meridiano.

Si decides alojarte en él, podrás disfrutar del sonido de las olas al chocar con el litoral herreño, de unas vistas espectaculares de otro de los símbolos de la isla, los Roques de Salmor, tesoro natural que sirve de refugio para las aves marinas y para el Lagarto Gigante de El Hierro.

  1. El Garoé.

El Garoé o, para algunos, Árbol Santo, es un ejemplo de la lucha que los bimbaches mantuvieron para tener agua de manera constante. De sus mágicas hojas brotaba el agua condensada de las nubes y se guardaba en las numerosas albercas donde hombres y animales saciaban su sed. Según cuentan diferentes historias y leyendas, el agua que manaba del árbol sagrado para los aborígenes, era la única manera de abastecimiento que existía, pues no había ningún otro sistema de agua potable en la isla.

En el año 1610, las hojas del auténtico Garoé manaron agua por última vez, síntoma de tristeza al ser arrancado por un huracán del suelo que le dio la vida. Hoy en día hay plantado un laurel en honor al original y a la capacidad de los herreños de aprovechar los pocos recursos que ofrecía la isla del Meridiano.

  1. El Charco Azul, una piscina natural de aguas cristalinas.

Uno de los lugares más naturales para disfrutar del baño en la isla se encuentra en una pequeña cueva de apenas 10 metros de largo, en el Valle de El Golfo. Esta piscina natural de agua salada y cristalina está al abrigo del mar y tiene un techo totalmente natural, nada menos que un impresionante arco de roca volcánica. Un rincón escondido del que te puedes llevar una grata sorpresa.

Para zambullirse en sus aguas hay que bajar una escalera serpenteante pegada al acantilado que la esconde. Sin duda, una pequeña aventura sin peligro que merece la pena disfrutar.

  1. Roque de la Bonanza.

En medio del mar, en el Espacio Natural de Las Playas, situado en el municipio de Valverde, puedes encontrarte con el gran y maravilloso Roque de La Bonanza, símbolo natural de la isla. Se encuentra bajo un gigantesco e imponente acantilado de más de 1.000 metros de caída vertical. Este majestuoso roque surge de las profundidades marinas, mostrándonos su singular aspecto. Además, si decides bucear a su alrededor, descubrirás una maravillosa y variada flora y fauna marina.

  1. Camino de Jinama

Jinama es un sendero que se utilizaba antaño como vía de comunicación entre El Golfo y los pueblos de San Andrés e Isora, para ir a las fincas o para trasladar el ganado. La mayoría del camino está empedrado e impecablemente conservado, rodeado de increíble Laurisilva y música natural que ponen las diferentes aves que, a lo largo del sendero, hacen las delicias del que lo camina.

  1. Faro de Orchilla, el fin del mundo antiguo.

Última parada obligatoria de nuestra visita a la isla más occidental de España y al punto que fue considerado como el fin del mundo conocido antes del descubrimiento de América. La sensación de estar en el fin del mundo cuando estás allí es real y es que el descomunal océano Atlántico y el paisaje característico de la zona lo hacen posible.

Desde este punto podrás observar la puerta hacia el Mar de Las Calmas, una puerta invisible que separa el mar picado de esta balsa cristalina y en calma, impidiendo la entrada de los vientos alisios y resguardándolo de las frías corrientes marinas del Atlántico.

La magia que diferencia este lugar de los anteriores y que hace que seas un privilegiado, es que puedes contemplar la increíble y bella puesta de sol más tardía de todo el país.

En un pequeño gran tesoro como El Hierro, con tantos lugares maravillosos y espectaculares, resulta difícil seleccionar diez rincones para que no falten en tu viaje a El Hierro. Por ello, creemos que mejor que contártelo es que vayas, disfrutes de todos y cada uno de sus espacios, de su belleza, de su gente, pero ten cuidado ¡QUÉ ENAMORA!

Fotos cedidas por Gonzalo Díaz Fleitas y Chechu.