Puntallana, la costa más oriental de La Palma
El exterior del gran cono volcánico que hace unos dos millones de años dio origen a la isla de La Palma es la causa del perfil orográfico de la territorio del norte en sus vertiente oriental.
Si la altura media, bastante elevada, y los típicos barrancos de origen volcánico sostienen una insólita vegetación. hacia el océano nos aguarda una de las zonas con mejor aprovechamiento agrícola de la isla. Ayuda mucho en este mérito que grandes espacios próximos a la costa del extremo oriental de La Palma tengan una altitud baja e uniforme.
El viento hace el último de los trabajos al conducir a las nubes hacia las zonas altas del interior de la isla, la pared de roca volcánica que representa esa mayor altura favorece las precipitaciones que por milenios han alimentado los suelos más feraces de La Palma.
Estas peculiaridades han causado dos efectos añadidos que aparentemente no tienen relación. Una es el nombre del municipio, Puntallana, y la otra la estructura radial desde el interior al litoral de los principales núcleos de población o barrios. Vistos en un mapa se abren como abanicos imitando a los grandes ríos en las desembocaduras marítimas.
La proximidad con la capital de la isla multiplica el interés por los espacios naturales y los de carácter cultural o histórico que atesora al estar a tiro de piedra desde la que es la principal entrada de visitantes.
Cabe destacar que si bien la densidad población del municipio no es muy elevada ésta se encuentra concentrada en la zona litoral. Es allí donde se desarrolla la vida social y económica del municipio. El interior, sin embargo, reclama la atención por los tesoros naturales que guarda, en especial los magníficos y evocadores bosques de laurisilva.
Exuberante naturaleza, entrañables casas rurales y playas únicas
La gran variedad de escenarios naturales de la isla de La Palma tiene en Puntallana uno de los más caracterizados rincones. Estamos en tierras de profundas tradiciones agrícolas, de playas de identificables por su majestuosidad y encanto, de profundos valles de bosques tupidos. Bosques que parecen salidos de los orígenes de los tiempos y que se ven superados por roques y riscos de piedra volcánica que anuncian cómo se inició todo.
En los cinco barrios que tiene el municipio, y uno de los cuales le ha dado nombre, hay también historia. El valor económico del espacio que abarcan fue entendido muy bien por los primeros habitantes de la isla y se redobló con la llegada de la población de origen peninsular.
Las casas señoriales y las viejas haciendas evocan los tiempos de aquellos puntallaneros que fueron testigos del auge marítimo por la exploración y aventura americana. Como ejemplo de este tipo de construcciones podemos visitar el Museo Etnográfico Casa Luján cuya construcción se remonta al siglo XVII.
Puntallana también ofrece espacio para la aventura. Es posible estar muy cerca de las nubes que a menudo cubren su cielo al ascender al Piedrallana (2231 sobre el nivel del mar) desde donde se tiene una impresionante perspectiva de los 35 kilómetros cuadrados de Puntallana, asi como del buena parte del litoral de La Palma y en la compañía cercana de otros dos picos de similar altura, el Pico de la Cruz y el Pico de la Nieve.
Ideas para una visita memorable a Puntallana
Como hemos dicho la pequeña superficie de Puntallana ofrece una gran diversidad de rincones para retener en la memoria como el mejor resumen de una estancia en Puntallana.
Los casi 13 kilómetros de costa están enlazados por calas y playas de singular belleza. Para los visitantes destacan dos nombres donde la playa es una parte de un sensacional escenario natural marcado por la fusión de roca volcánica y mar.
Lo abrupto y recortado del litoral con paredes de desigual altura y las arenas negras volcánicas que reciben el rítmico movimiento de las olas hablan de una autenticidad natural recobrada. Hay varias variaciones sobre el mismo tema, desde las pequeñas calas como la playa de Puerto Trigo hasta, ya más en el norte, la impresionante Playa de Nogales.
Las rutas de senderismo tienen en el Barranco del Agua uno de los puntos con mayor atractivo para quien sabe interpretar en plenitud el significado del cardonal que allí se encuentra. Es un tipo de ecosistema que tiene su precedente en el bosque termófilo muy habitual en la tierra en otras épocas geológicas. La observación de la variedad de flora y fauna en un relieve tan accidentado descubre siempre sorpresas en cada paso.
Más al norte tenemos una ruta preciosa entre el Cubo de La Galga y el mirador de Somada Alta. Esta actividad combina dos atractivos a la par de excelentes para un contacto intenso con la naturaleza de Puntallana. La interpretación de un tipo de bosque que ya solo queda en espacios muy reducidos del mundo a pesar de ser la mayoritaria hace unos millones de años.
Se trata de un recorrido circular de unos 5 km como máximo entre el bosque de laurisilva reconocido como reserva mundial de la biosfera conocido como el Cubo de La Galga hasta el mirador de Somada Alta donde el premio es una vista emocionante y maravillosa del entorno hasta perder la vista en el mar.
La isla de La Palma es una joya geológica dotada de una vida natural variada, pujante y vigorosa. El carácter de isla verde se hace compatible con impresionantes restos de la acción geológica de la tierra por los volcanes.
Puntallana es un destino obligado para quien desee estar al corriente de los valores más sólidos de este excepcional espacio natural.